miércoles, 13 de junio de 2012

AL MIRAR LA MAR: LA POESÍA DE AMOR

¿Quién no ha estado alguna vez enamorado? Y más importante, ¿quién no ha escrito versos por amor? Muchos son los casos de personas que por amor comenzaron a escribir y luego encontraron en ese medio una forma de vivir. En esta oportunidad hablaremos un poco de la poesía de amor, presentando versos escritos por poetas latinoamericanos.

Según algunos investigadores, la poesía de amor probablemente surgió tardíamente en la vida del hombre, luego de los versos inspirados en los dioses y la naturaleza. Probablemente los primeros versos creados hayan sido conjuros para aplacar a los dioses u obtener una buena cacería. En esa línea, los poemas de amor serían conjuros para obtener el cariño de la bien amada.


Sus labios

Puros, rosados, frescos, relucientes;
dulces a quien los mira; al tacto ardientes;
y, si oprimidos, blando
aroma y miel brotando...

(Fragmento de Madrigales de Rafael María Baralt)

La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

(Fragmento de Sonatina de Rubén Darío)

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
 Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte… y jamás lo sabrás.

(Fragmento de Poema de Renunciamiento de José Ángel Buesa)

Los poemas de amor surgen, pues, para expresar un anhelo. Expresan, en principio, el sentir de quien escribe, sus deseos y esperanzas por quién aún no se tiene o por aquel que no se puede tener. Luego, surgen aquellos que expresan las venturas del bien logrado o las desventuras del no correspondido. Finalmente, están aquellas que conmemoran con nostalgia el amor pasado o la defenestran como el mal vencido.


Amor es niño que sonriendo llora
y toma por juguete el corazón;
sultán que manda -súbdito que implora;
mísero esclavo y déspota señor;

(Fragmento de El Verdadero Amor de José Antonio Arvelo)

 Vámonos al campo,
cara esposa mía,
que allí nos esperan
mil dulces delicias:
el río murmura,
las auras suspiran,
y el prado esta alegre,
la selva florida.

(Fragmento de Idilio de Juan León Mera)

Amor que llegas tarde
tráeme al menos la paz;
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?

(Fragmento de La Balada Del Amor Tardío de Dulce María Loynaz)

Las imágenes que transmiten los poemas de amor son diversas, desde la sencilla idea, el simple entorno y el suave gesto; hasta la psique desbocada, el cuerpo excitante y el acto íntimo.


Si eres un bien arrebatado al cielo
¿por qué las dudas, el gemido, el llanto,
la desconfianza, el torcedor quebranto,
las noches turbias de febril desvelo?
.......................
¿Por qué la sombra, si eres luz querida?
Si eres vida ¿por qué me das la muerte?
Si eres muerte ¿por qué me das la vida?

(Fragmento de El Amor de Manuel González Prada)

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

 (Fragmento de Poema I de Pablo Neruda)

Me gustas cuando callas porque estas como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
 y parece que un beso te serrara la boca.

(Fragmento de Poema XV de Pablo Neruda)

La poesía de amor también ha inspirado a la mujer durante siglos. No solo ha sido, pues, la musa que emulan los versos, sino también que en ella ha encontrado la forma de expresar sus propios anhelos.


Te ando buscando, amor que nunca llegas,
te ando buscando, amor que te mezquinas,
me aguzo por saber si me adivinas,
me doblo por saber si te me entregas.

(Fragmento de El Divino Amor de Alfonsina Storni)

Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas montañas cuando baje el río.

(Fragmento de Vergüenza de Gabriela Mistral)

Mi corazón el tuyo presentía;
buscando tu alma, mi alma soñadora,
y te esperaba al despertar la aurora,
y te llamaba cuando el sol moría.

(Fragmento de Post Umbra de María Olimpia de Obaldía)

Para finalizar, presentaré el poema que da título a esta entrada, solo para demostrar que cualquiera puede escribir uno, si está inspirado. Espero lo disfruten y los motive a escribir. Saludos.


AL MIRAR LA MAR

Al mirar la mar
echo un suspiro;
me miras, me abrazas,
me llevas contigo.

Jadeantes dejamos las huelas, el camino.
Nos adentramos en las aguas,
nos acunamos en el estío.

Buscanse, anhelantes, nuestras bocas;
anhelantes nuestros cuerpos;
anhelantes y con brío.

Relumbran nuestros restos en la arena;
Todo es besos y caricia,
Todo es risas y gemido.

Apagase el fulgor en las olas;
la espuma en la costa;
la lancha en el baldío.

Ondea, enmarañada, tu melena;
tus ojos en la luna
 y tus labios en el mío.

Al mirar la mar
sueño contigo;
me dices que me amas,
yo te beso y sonrío.

Luis Alvarado Cueva, Hz2012.

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