El árbol de navidad es una de las costumbres navideñas más recientemente adaptadas en américa latina. Pero, ¿cuál es su significado?, ¿qué representa?, ¿de dónde viene esta costumbre?.
Al parecer esta costumbre proviene del norte de Europa, cuando los primeros cristianos descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana.
Este árbol simbolizaba al árbol del Universo (Yggdrasil), en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los conversos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo.
Así el árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo ha venido a ser Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de tipo perenne.La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera, con particular incidencia del abeto) representa a la Santísima Trinidad.
Se dice que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.
Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los San Nicolás (y Papá Noel) o los Reyes Magos, dependiendo la leyenda de la zona donde se encuentre.
Es posible que el primer árbol navideño, como se conoce en la actualidad, surgiera en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión. A Finlandia llegó en 1800, mientras que a Inglaterra lo hizo en 1829, y en el Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria.
Para su decoración se emplea en la actualidad una gran diversidad de objetos y elementos, siendo los más tradicionales:
Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
Esfera: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar bolas o esferas (en algunas regiones también llamadas bambalinas o chirimbolos), que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.
Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.